Rincones Abiertos/Del Libro Presentimiento Metapoético Del Corazón/Otto Oscar Milanese
De tanto andar,
anduve lo que se hizo camino
para que fuera yo lo andado.
Y así lancé lo que tuve,
dejé mis rincones abiertos
para quedarme conmigo.
Y en mi creció lo que tengo,
un infinito sabor a nada
de la sombra que me dibuja.
Porque en cada ojo tuve el sueño
que codició una realidad.
Y en mis miserias fui espejo
del alarde...
... ¡Ay, cargado de corazón entré a la madrugada!,
y tuve para ser yo, silencio y sueño,
retal de voz amarga que el viento golpea de vida,
pulmón de todo dolor que aspira al verso;
y el peso de las horas se hizo en mi rostro,
una huella de insomnio que da cobijo,
aliento del pasado que fue un amor,
momento de ser yo en lo más prohibido.
Porque en mi paso camina,
la huella que me aleja de mi mismo.
No trabajé la palabra,
no quise pulir el sentimiento.
No laboré lo que mi ser expresa,
no hice un oficio de lo intuído,
no trabajé la palabra,
sólo alcancé a vivirla tal como se me dio.
Y anduve en la voz bajo el aguacero
que mojó de imagenes el sueño estéril,
esto que me da, esto que me quita,
el sabor a vida que baña un segundo.
Y en tu segundo de vida lo que atrapo, vuela,
lo que degusto, lo digiere el tiempo,
lo que amo, olvida.
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