lunes, 10 de marzo de 2008

Sabor A Sombras

Sabor A Sombras/Otto Oscar Milanese

Sabor A Sombras
Otto Oscar Milanese
Del Libro Inédito "Un Momento En La Pared".

Ya ves ( veo ), Alemán, esta noche vienes ( voy ), y contigo ( conmigo ) arrastras ( o ) un grito de juventud que me ( te ) sueña en el ágil salto bloqueándote ( me ) una y otra vez el canasto... ¡ Y fallar, Alemán! Errar un lance a distancia media, para pelear el rebote entre el sudor de mi ( tu ) fatiga y la algarabía que rebrota impetuosa en las graderías. ¡ Quizás, y contra el reloj, el último rebote del juego, Alemán! El último, y sabes ( sé ) como se aferra uno a ese balón capturado, para ejecutar el vertiginoso pase preciso que inicia el contra ataque. ¡ La zaguera pugna contra el cansancio, Alemán,contra el reloj..! La final oportunidad en el salto ofensivo, antes del silbatazo último. El postrer lance, Alemán: Y estás ( estoy ) en el aire soltando el balón..., y luego... Sólo resaca de juego cerradamente dísputado; comentarios tumultuosos de vestidores, y todos estos años, Alemán, para aguardarte ( me ) y definir nuestro último partido, nuestra última jugada. ¡Ah, porque de que vienes ( voy ), vienes ( voy ), Alemán! Así tan calladito como cuando acostumbrabas ( a ) esperarme ( te ) sentado en un banco del parque, con los pensamientos entreverados en las piezas del ajedréz, y la primera movida realizada: P4R.


Así que vienes( voy ),Alemán,sin desearlo. Es tan inevitable que acudas ( a ), como que ripostarás ( e ) la jugada primaria de igual modo: P4R. He ( Has ) preparado las bebidas. Acordándome ( te ) de tu ( mi ) enojosa meticulosidad descomedida, he ( has ) lavado los vasos varias veces, los he ( has ) mirado de afuerahacia adentro, he ( has ) revisado su fondo levantándolos a contra luz,y no hay polvo, Alemán, ni una motita de polvo adherida a los cristales. El whisky aguarda ser escanceado, porque en esta oportunidad urgimos un poco de fuertes sorbos, y degustarlos retadoramente callados, Alemán. Como si nos estudiaramos, o peor aún: como si de golpe pretendíeramos trasegar tanta vida entreverada en la garganta.


Incesantemente arden delante de tus ( mis ) ojos las memorias, y se anticipa en mi ( tu ) boca el abyecto sabor a revanchas que propician tus( mis )frases aún no pronunciadas. De antemano las sé ( sabes ), como si obligatorio fuese saberlas o no pudieras ( a ) denunciar un pensamiento distinto, y se trasluce tanto como mi ( tu ) segunda movida: C3AR saltando en el tablero, y tu ( mi ) insondable sonrisa morosa. Como si lo hubieras ( a ) dicho, Alemán, y nueva vez a soñar por la boca con rastrojos de palabras siempre dichas. Nueva vez, Alemán. ¿Porque, qué objeto tendría que acudieses ( e ), sino es por ella?


En tantas horas estúpidamente perdidas no logro ( as ) recobrar completamente los despojos de lo que preténdimos simular. ¡Es que ya no, Alemán..! Ya basta de pordioseras alegrías disputándose el horario de tus ( mis ) sueños. ¡ Será que así se envejece! Y todo sale sobrando, Alemán. Y uno vive molestándose a sí mismo, procurando rebosar los hastíos con memorias caprichosamente elegidas. Por eso te ( me ) recuerdo ( as ) veloz y sudado por todos los rincones de la cancha. Es tan imposible desear aceptarte ( me ) enclaustrado en la desidia de una tarde, dejando la vida pasar con las voces que repisan las calles. Tan cuesta arriba, no querer alejarme ( te ) de la esquina en donde mi ( tu ) perro olfateó las ganas y levantó la pata trasera. Tan imposible, Alemán, que se erige en vida diaria; en comunes absurdos. Hábitos impuestos por el deseo de no continuar, y réeditar ilusamente todo lo anterior, todo el tiempo de carreras y saltos en la cancha; todo el elástico tiempo irreversible de pláticas en los parques.


¡Me ( Te ) ha costado lo mío ( tuyo ) llegar hasta aquí! Sé ( sabes ) que apenas cuando las tardes no son tan húmedas, la artritis nos permite pasar un momento en el parque. Llevo ( as ) conmigo ( contigo ) el ajedréz, y dispongo ( dispones ) casi alegremente las piezas, pese a saber que no vendrás( iré ); que tendré ( ás ) toda la tarde en un mudo bostezo enervado, y abriré ( as ) los diarios, procurando no reparar en que tardas ( o ),Alemán. Procurando no advertir que existimos para unos días consumados, y sólo somos una huella de vida que huye a los recuerdos. Te ( Me ) ocurre, Alemán, que repentinamente pruebas ( o ) el escozor de reconocerte( me ) como un asilo de nostalgias... Y rebuscas ( o ) en el rastro de los días el fuerte acento claro de tu ( mi) voz, o las recias pisadas firmes, o tu ( mi ) sonrisa de frente a mi ( tu ) terco rostro adusto. "¡Si me la presentas la conquisto", dice tu ( mi ) voz entreverada a las incurias de otros instantes. Aún no entiendo ( es ) ni tu ( mi ) sardónica carcajada, ni tus ( mis ) abruptos alardes. No entiendo ( es ) por qué insistíamos en enamorarnos de la misma chica. ¡ Quizás, sólo por el mero placer de disputarmela ( disputartela ), Alemán! Así nada más lo entiendo ( es ), entre celos y rabias; entre farsas y realidades. Con el exclusivo objeto de disputarmela( disputartela ) como el balón rudamente peleado en el aire; como el insígnificante peón acorralado en un lateral del tablero, que te ( me ) empeñas ( o ) en ganar, y yo ( tú ) en defender inútilmente.


¡ El último salto, Alemán; el último lance..! ¡ La oportunidad definitiva! Y ya ves ( veo ) que te ( me ) aguardo ( as ) sin rencor, como si aún te ( me ) esperara ( as ) fumando en una esquina, mientras conjeturo ( as ) que has ( he ) de estar plantado frente al espejo, repensando las palabras que me ( te ) herirán. Y tu ( mi ) boca pone palabras en su boca, y tu ( mi ) boca inventa hablando sutiles miradas para sus ojos, y te ( me ) digo (dices. ) "quien anda con gafas negras siempre parece mirar hacia todas partes, ¿cómo puedes estar seguro de que es a ti a quien mira?" Es como siempre acabarás ( é ) al verme( verte ),Alemán.y mostrarás ( é ) la despreocupación más insolentemente simulada, para comentar:"¡ Te lo he dicho! ¡Sólo tiene ojos para mi"! Inflas ( o ) el pecho, y caminamos sin mediar frases. Es tiempo de sacar a relucir mi ( tu ) sonrisa más caústica y murmurar: "¡Eres el mismo tipo, te alabas mucho, nunca cambiarás!" ¡Ah, si nos hubiesemos decidido por conversar de baloncesto, por jugar una partida de ajedréz o por aburrirnos en la sala de un cinematógrafo! ¡No! Ella andaba con sus mutismos de mujer difícil entre los dos, para los dos. Me ( Te ) dices ( digo ) : "¡Me mira tan fijamente que logra ponerme nervioso!" ¡ Tú ( Yo ) que lo ibas ( a ) a pensar, Alemán! Pese a que reiteradamente lo delatarán tus ( mis ) exclamaciones: ¡"Tanto y tan fijamente me observa, que a veces me estremezco de miedo!"


¡La vejez es una aceptación de las derrotas, Alemán! Por eso no me ( te ) duele aguardarte ( me ) resucitando el cádaver de mi ( tu ) mejor sonrisa. Realmente nada hemos perdido. Me ( Te ) resigna la idea de que, como tantas veces en ajedréz, entablamos aquella partida basada en orgullos y mentiras. Retorno ( as ) a su calle, silbando los sueños; luego te ( me ) cuento ( as ) del amor callado de su mirada, y me ( te ) ufano ( as ) de ser perseguido por sus ojos. Hoy, tenemos hoy por delante la certeza de que nunca nuestras imagenes fueron captadas por sus pupilas. ¡Tablas, Alemán, desde algún rincón de su congénita oscuridad, sus ojos aún nos vigilan vacíamente amorosos!

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