martes, 4 de marzo de 2008

El Medio Millón/Otto Oscar Milanese

El Medio Millón/Otto Oscar Milanese



"Adelina le dijo a Petión,
¡ay, Petión, ya no gastes más!
¡Adelina, déjame gastar,
que yo tengo medio millón"!
Macenas Vargas.


Image Preview
Cuentame un merengue.
Historias sugeridas del merengue.
Merengue El medio millón.( Homenaje a Macenas Vargas ).
Otto Oscar Milanese.

Agora quien va a curaime, si yo mesmo e’panté al do’torcito. To’as las vainas vienen juntas: Se me enfeima la probe Rosaura, y quien lo diba a pensai, ombe, precisamente cuando to’ comenzaba a componeise un chin. La vida entera se la había pasa’o esa mujei peleando ‘e boca por querei ga’tai cuaito a manos llenas, y cuando Adelina corre a daile la noticia de que me he saca’o medio millón en las quinielas, no agüaita y se derrumba en la mesma pueita dei bohío. Y arresuito sei, sigún lo que dijiera ei do’torcito, dizque que la probe Rosaura tenía débil el corazón dende mucho tiempo atrá.


No pue’o arresi’naime a pensai que Rosaura se va a morí agora, di’pué de tanta miseria que me aguantó esa mujei. Agora que pue’o trataila como se merece, viene y coge ei lecho, y ei do’torcito ese no hace na’ por saiva’la; pero yo tengo cuaito y con cuaito se pue’ to’. Rosaura no se me muere, ombe, manque Adelina me diga que si yo me toy creyendo ei mesmo Dio", manque me jure que ei do’torcito ta haciendo lo que pue’. Y mejor que haga lo que pue’a, po’que a mi e’ta mujei no se me muere en ei mesmo momento que to’ se nos arregla. Adelina llena ei bohío con sus querellas, que si yo ga’to mucho cuaito; que me deje de ta visitando brujos y curanderos y que lo ponga to’ a la güena ‘e Dio’. Y a la güena ‘e Dio’ y con medio millón de pesos oro, no pue’o dejá que se me muera la mujei. Agora no, cuando la probe por fin pué dejá de lavá y planchá ropa ajena, ¡no agora, carajo! ¿Po’qué se me diba a morí agora?


Ei do’torcito e’te e’ la uitima e’peranza ‘e vida que tiene la probe Rosaura. Que la saive, cue’te lo que cue’te que la saive, que cuaito e’ loque má sobra pa’ pagaile; pero que no me la deje morí, o que vaya cogiendo pa’l monte, carajo. Pa´mi ei do’torcito no ta haciendo na´pa saivamela, y a to’as horas anda dijiendo que Rosaura ta enfeima dei corazón. Mi probe mujei lo que ta e’ mueita ‘e mie’o, y yo lo sé, Adelina también lo sabe. Me oyó ei sábado poi la noche, cuando acabando de mojai ei pedazo ‘e pan en ei chocolate, le dije a mi mujei, "no se me apure mucho, vieja, que nojotros manque tenga que vendeile mi aima ai diablo, saliremos de probes". Y la Rosaura que se apersi’na, y la Adelina ecahndo un ¡Jesú’ Santísimo! Y ei do’torcito empeña’o en decí que ta quebrantá dei corazón; pero yo sé que ei su’to me la tumbó en la mesma pueita dei bohío cuando le fueron con la noticia de que me había saca’o e´tos cuaitos. Ei su’to, ese mesmo mie’o que se le metió en ei cueipo ai do’torcito cuando le puse la boca de la e’copeta en la boca y le dije ¡"O me la cura u’te, o deise por jombre mueito, coño"! Y ei do’tocito dijiendo que me la curaba se fue pal’ aposentro de la enfeima, mientras Adelina se apersi’naba jurando que se me zafaría un tiro. Antonces me di cuenta que las horas pasaban y ei do’torcito no salía dei cuaito de Rosaura. Antoces dentré yo pa´encontra’me con el único ventanón abieito de pai en pai poi donde la brisa dei monte dentraba al aposentro completamente vacío.


No hay comentarios: