lunes, 25 de febrero de 2008

Sobre Tres Gotas De Misericordia/Biblioteca

Sobre Tres Gotas De Misericordia/Biblioteca


• Biblioteca

Tres gotas de misericórdia

La cuentístíca dominicana es abundante, y en gran medida, buena. Hemos producido una cantera de buenos narradores y el desarrollo de este género lejos de decrecer aumenta con los dias.

Casa de Teatro mantiene la tradición que inició La Carreta, de sostener un premio anual para cuentistas. En los premios oficiales, es raro cuando este género queda desierto. Y hay certámenes de cuentos en províncias y talleres literários. Las revistas y los suplementos literários traen con frecuencia algún cuento inédito de escritores conocidos y anónimos. Pedro Peix hizo una antologia espectacular, La Narrativa Yugulada, que lleva dos edíciones y es, prácticamente, una fuente básica para el examen de nuestra cuentística. Jenny Montero ganó en 1987 el premio nacional de ensayo por un análisis sobre el desarrollo del cuento en República Dominicana. Hilma Contreras parece estar siendo redescubierta por un estilo muy personal de producir cuentos. Escritores que habían abandonado el oficio, están volviendo a escribir cuentos. Hay un desborde de producción y de premiacíones en este gênero. El cuento es, sin duda, Ia categoria literária que mayores oficiantes ha tenído en nuestra historia, después de la poesia.

Otto Oscar Milanese es un joven autor que ha entrado al ambiente de la literatura produciendo cuentos, y se ha dado a conocer, ganando mencíones de honor en certámenes como el de Casa de Teatro (precisamente con "Tres gotas de miserícordia") y el que se celebra anualmente en Azua denominado concurso literário Regional Sur.

Este libro que publica se oferta como el primer fruto de Ia generación joven de escritores azuanos, donde hay una activa vida cultural.

Milanese parecer ser buen cuentista. Es aventurado decir otra cosa. Tiene textos muy bien logrados, hay otros en que Ias influencias (de Cortázar, sobre todo) ejercen una gravitación demasiado onerosa. Pero, es dueño de un estilo muy propio, muy cuidado, que evidencia calídad para ejercer el oficio con éxito. Hay además cuentos presentados con una belleza exposítiva y un tratamiento estructural muy singular ("En algún rincón de la noche se retrasaron las Iluvias"; "Un sol de las cuatro ardíendo en tus pupilas"; "Sombras de llanto sobre un recuerdo"; "Esas cartas distraídas y en silencio").

Algunas lecturas cortazianas traicionan Ia creatividad a veces, como sucede con "Dias de casas vacías" que recuerda a Ia "Casa Tomada" del genial narrador argentino. Pero estas "traiciones" (algunos confunden con influencias) son comunes en nuestra cuentística, pero nadie nunca Ias ha señalado. De modo, que Milanese no tiene por qué preocuparse, si acaso le lastima esta tomadura de pelo del subconsciente.

En definitiva, este es un buen libro de cuentos. No es un libro del montón. Hay aqui un autor en proceso de maduración, con talento y domínio del género, del que habrá que esperar nuevos ejemplos para confirmarlo como uno de los nuevos descubrimientos interesantes de ese quehacer tan trabajado como es nuestra cuentística.

(Editora Taller, 1988; presentación: William Mejía;

No hay comentarios: