lunes, 25 de febrero de 2008

De Corazón Hacia.../Del Libro De Corazón Hacia/Otto Oscar Milanese

De Corazón Hacia.../Del Libro De Corazón Hacia/Otto Oscar Milanese



Estoy donde debo estar,
recluído en mi propio corazón.
Ya no soy la sombra ni la luz,
importa mas sentir, ser, percibir,
ser todo lo que me niegas tú.
Mi libertad no es un espacio abierto,
ni un mar que no me quepa en la mirada,
soy libre porque no tengo iglesia,
ni me comprometen las doctrinas,
ni los dogmas corrompen mi alma.

2.
De un lado cáda instante con los que me arropé de vida,
y del otro el rumor quieto de un corazón de hombre,
nadie vendrá a cobrarme las deudas que no debo,
y abonando al silencio mis cosas imposibles,
sabré mirar mi suerte despojado de frustraciones,
y en tanto que echó al viento la cara de mi vida,
la misma vida se limpia de mis débiles raices,
y no sobrevivirá un vagazo de mis penas,
ni ha de quedar un rastrojo que anuncie que he existido,

3.
Presumo que la vida no es tener cuanto se ha querido;
es entregar al viento la dirección del alma,
una calle sitiada por el silencio de la noche,
una esquina que esconde la risa de otros muchachos;
es todo lo que sólo puede tocar el dolor.
Y entonces descubro la nostalgia en mis sentidos
como un manto que arropa mis caídas de hombre.
No me asusta el destino, no me inquieta el azar.
encuentro en toda sombra que vaga
el recuerdo de pasos familiares,
en cada risa de mujer un pasaje a lo infinito.
Me mojo de vida bajo la lluvia repentina,
y entre espalda y camisa la vida oreo al sol,
para andar la fatiga con el corazón de las calles,
percibiendo caminos en el olor de las cosas,
rozándome de vidala boca que en mi boca
no precisó de palabras para decir amor.

4.
Delante, la prisa de un corazón robado a las calles,
detrás, los aullídos de sombras erizados por los días;
duerme el viento en la noche de las cosas perdidas,
que no arrastre ya más lo que en su hora fue amado,
calle y viento, corazones de estos pies que han sangrado
los caminos por donde fui dejando la vida.
Porque siempre tendré el olor que te recuerda
una esquina suspendida del último cigarrillo;
la mirada que abrasa el abrazo del pasado,
la nostalgia del eco que aún nos pinta de amor.
¿Pero cual amor se quedaría unicamente amando?,
sin vestirse de mundo en las ganas de tus ojos,
sin vivir en la moda, en las ofertas, en el calculo,
sin cederle su espacio a la costumbre de vivir.


5.
Silencio y alma se me fueron al mundo
como dos manos ansiosas arrojadas del sueño.
Por todos los instantes alma y silencio ruedan
como dos mitades del corazón de la espera;
rueda alma de hombre sobre un silencio madre
de todo lo que se busca con ojos de vida;
llueve silencio desnudez sobre el afán del alma
de todo lo que duele a busqueda.

6.
A cuanto más el sueño aspira,
más recio golpea el fracaso.
Sueños y fracasos conspiran
para andar con lo que ando,
¿y tú qué sabes de las sombras,
que anda repitiendo el canto?
Cuanto más fue la fatiga,
más se redobló el intento.
Intento y fatiga bastan
para vivir comenzando
con las penas resumidas
en la boca del desencanto.
Y así andan sobre las heridas,
las nostalgias simulando
una esperanza que lucha
para que se arrastre el paso.
Yo también vengo del sueño,
también me arrastró el fracaso,
también viví la fatiga
de miles intentos diarios,
y aquí me tíenes bajo el precio
que estipuló el desencanto.

7.
Puedo relatar estrellas cuando hablo,
mi voz también tomó de la tierra el subterraneo caudal
de los alaridos que me acentúan cada sueño,
y más que por la palabra hueca y vana,
supe llegar al poema conociendo el silencio.
Y así cargué sobre la espalda de la vida,
con cada frase, que si no era la precisa,
al menos fue la mas parecida al rostro
de cada dolor que enamoró mis momentos.
Y así broté entero de mi aliento
como una sombra de hombre para el sol de las rutinas.

8.
Si un día renunciara a la palabra
y escogiera asilarme entre temores,
no sé con cuales ojos tu me vieras,
ni sé con cuales ojos te mirara.
Y siendo así,
¿qué paz habría en mi casa?
Y siendo así,
¿ qué perro nome aullara?
Por eso sólo dame acento y voz
para incendiar el grito que nos calla,
que si hoy la vida late entre los dos
es porque el Verbo ya era entre la nada.

9.
He de ser el silencio cuando duela la palabra
,porque tengo el corazón abierto a todas tus sombras.
Si me habitas, si me vives, si me hieres de rumores,
en todo eco de mi encontrarás lo que eres.
Y he de alzar en mi voz la palabra que mas te ame
para que bebamos la vida en un sorbo de la noche.
Dame siempre sobre el camino un arañazo de sol
que lavaré con luces tus fatigas,
te daré siempre entre los días un día que te enamore.

10.
Dirás que sólo se fue el que intentó vivir en cada frase,
que se quedó la última línea de su cuaderno,
sin el alarde de un verso improvisado;
dirás que alguna vez soñé esa tarde sin mi,
que el beso alado de las horas
vuelve a encarnarme en tus instantes,
que por saber tú como he sentido
un reguero de vida dejarás en mi silencio,
y ni siquiera habrá dolor cuando me dejes,
para descubrir que aún continuo rodando
en el alarido de humanidad que brota de las calles.

11.
Todo lo que tomé de la vida puedo dejarlo sin dolor,
el vestido de olores que desgarra la brisa
en un grito de nada que dibujó cuanto soy.
Tuve una oferta de sensaciones,
el aire, las calles, todo el frágmento de un mundo
que ensambló la emotividad de un corazón.
Mi vida fue el baile
de la sombra sobre el agua...
...El quieto rumor de lo que pasando
crea la ilusión de lo eterno.
Cada momento respirado
fue lo que me hizo.
No me sedujo el futuro
ni me entretuvo el pasado.
Por eso, cuanto siento habla en la boca del viento.
Por eso, cuanto he sido se queda en la misma vida.
Un equipaje de acentos que lloviznan de vivencias
las dos íes de "sufrimiento".

No hay comentarios: