martes, 5 de febrero de 2008

Pequeña elegía de septiembre

Pequeña Elegía De Septiembre/Pequena elegia de setembro/Del Libro Necesito A Veces No Necesitarme/Otto Oscar Milanese



En Brooklyn,
a don José Médina,
ido en tierra ajena para los dos.



¿Podría dormir, hoy que tu corazón no duerme ni vela?,
¿y cual calle tomar, hoy que te quedaste sin pasos?
Te has ido, amigo, y yo vengo a la amargura,
que intenta retenerte en un simple canto.
Tomaré el camino de septiembre,
porque te trajo a la vida,
porque te ha llevado al final...
Bajo la sombra de septiembre
abriré la irresignada rabia de mi corazón,
y no te entregará a la tierra
el rumor de la memoria,
ni te dará al olvido el tiempo que aún respire.
Otorgará vida tu silencio a tanta vida que se agolpa
como astillas de sangre entre mis dientes,
en tus setenta y cuatro septiembres,
para sentirte, amigo, con el dolor que no se habla.
Em Brooklyn,

a dom José Médina,


ido em terra alheia para os dois.
Pequena elegia de setembro.


Poderia dormir, hoje que teu coração não dorme nem vela?,

e qual rua tomar, hoje que te ficaste sem passos?

Foste-te, amigo, e eu venho à amargura,

que tenta reter-te num simples canto.

Tomarei o caminho de setembro,

porque te trouxe à vida,

porque te levou ao final...

Sob a sombra de setembro

abrirei a inconformada
raiva de meu coração,

e não te entregará à terra

o rumor da memória,

nem te dará ao esquecimento o tempo que ainda respire.

Outorgará vida teu silêncio a tanta vida que se agrupa

como lascas de sangue entre meus dentes,

em teus setenta e quatro setembros,

para sentir-te, amigo, com a dor que não se fala.



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