Aliento Cotidiano/Del Libro Entre Viejos Cuadernos/Otto Oscar Milanese
Yo que no sé
si he pasado,
y después de tanto soñar,
ni siquiera sé si soñé,
con mi vida he despertado,
a la vida que soñé.
Como un reloj de espinas,
a cada paso del instante
con vida y sueños cargué,
y si el fracaso fue duro,
mas alivio fue la pena
que toda alegría pasajera
con la que en la vida tropecé.
Y tengo aún sobre el pecho,
la huella del sentimiento
que hombre me hizo a cada segundo,
un callejero aliento de humanidad,
el amado anónimato de siempre querer estar conmigo,
perdiéndome entre los demás.
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