viernes, 29 de agosto de 2008

La verdad/Otto Oscar Milanese

Yo sòlo pido,
Señor,
una pausa en mis avatares de hombre,
sin que se confunda con humildad,
pedir:
un oasis en el desierto de la vida.
Pedir:
sin que se confunda con vencimiento,
un momento a solas con mi propia alma.
Y levantarme, puès, como el Adàn que soy,
mirando la verdad en el vago prresentimiento
de tu PRESENCIA.
¡Oh, mi Dios!,
mira mis dìas como clavos en tus manos,
tù, hijo de Jehova,
el cristo cruxificado de mi infancia,
¿si pediste apartar de ti el càliz?,
¿què podrìa pedir mi miserable humanidad?

No hay comentarios: